jueves, 31 de diciembre de 2015

Te regalo Roma

Luego de unos meses sin escribir nada en el blog y, por primera vez, no haciéndolo desde Roma, siento ganas de compartir aquí una pequeña gran historia. Sobra decir, que aún no estando en Roma, sentimiento y vínculo están intactos. Lo único que cambia, es el peso de no estar en casa. La romanità.

La navidad es una época en la cual los regalos tienen un gran protagonismo. Una época en la que se muestra más el amor hacia los seres queridos, también de esta manera. En forma de regalo.
Es por ello que en estas fechas he pensado mucho en uno de los regalos más especiales que me han hecho nunca. Uno que me hizo mi gran amigo Daniele en uno de mis últimos días en la ciudad.

Gran conocedor de mi pasión romanista. Daniele me llevó en su moto en un tour por los lugares más giallorossi de Roma. Testaccio, donde paramos en el primer campo de la historia de la AS Roma y en el Roma Club Testaccio, uno de los pocos clubs de tifosi que quedan y un verdadero museo romanista. Gracias al cual, por cierto, acabamos de casualidad en uno de los murales de Street Art más famosos de la capitale, el de la Loba.
A continuación fuimos a Garbatella, una de las zonas más romanistas de Roma. Allí pudimos ver numerosos murales en referencia a la Roma del último scudetto, por desgracia desgastados por el tiempo. El famoso bar romanista de Garbatella que tanto había visto en vídeos. Garbatella es de por sí una bonita visita.
Nuestro siguiente tramo se centró como no podía ser de otra forma en Il Capitano, en Francesco Totti. Visitamos su barrio, el patio en el que jugaba, la calle donde se crió, vimos la que fue su casa en la infancia. La pena fue que su gran mural en Porta Metronia ya no estaba, espero que lo hayan recuperado. Por cierto, Daniele se había callado este punto del tour por darme una sorpresa, habíamos hablado bastante sobre este mural.

Pudimos ver también el Monte dei Cocci, el Ponte della Musica (precioso y moderno), un antiguo club romanista convertido ahora en punto Snai (casa de apuestas italiana) y entre otros sitios, la antigua oficina de mis compañeros, sin duda un lugar con un encanto especial que me hizo ilusión conocer.
Muy cerca de este último punto, se encuentra la que fue nuestra primera parada, la cual he dejado para el final por su importancia.
Entre calles estrechas y numerosos callejones a un lado y a otro, en uno de pronto vislumbré un colorido especial, al instante lo reconocí. Entre dos paredes viejas y pintarrajeadas, allí al fondo destacaba el bellísimo mural de Totti. Cuántas veces lo había visto en fotos! Cuando reparé que estaba ante él, la felicidad me asoló por completo y creo que la mirada que le eché a Daniele fue un gracias más grande y más reconocible que cualquiera transmitido de forma escrita o hablada.


Este paseo me sirvió para conocer un poco más de Roma, de su historia y de su gente, solo eso ya fue una experiencia fantástica. Para un romanista, no os podéis hacer una idea. Un recuerdo genial. Un regalo maravilloso. Grazie mille, Dani.

Gracias por regalarme Roma.



lunes, 8 de junio de 2015

Un sueño cumplido: Stadio Olimpico.

En estos dos meses, he reflejado en este blog algunas de mis vivencias en Roma y lo que significa esta ciudad para mí. Pero nunca había escrito sobre lo que para mí significa la AS Roma. Siempre ligado a Roma, desde mi infancia he tenido un sentimiento especial por el equipo de la ciudad, algo único que va más allá de la razón.
Desde pequeño soy un enamorado del fútbol, y mi ídolo ha sido y es Francesco Totti. No solo por su fútbol, si no por el hombre que es y lo que representa. Un romano y romanista, que desde niño defiende la camiseta de su equipo y de la ciudad que ama. Al que ha permanecido fiel ante todas las ofertas millonarias y que le ofrecían un lugar en la cima del fútbol, donde habría podido optar a los mayores logros colectivos e individuales. Donde, seguramente, habría llegado a ocupar un lugar en la historia del fútbol reservado para los más grandes jugadores de siempre. Pero al que todo esto le era indiferente, pues su único deseo era y es luchar siempre por su equipo y por su ciudad. Fidelidad, orgullo y honor romano. Il Capitano, representa Roma.
Siempre he dicho que Totti no podía retirarse sin que yo le viese jugar un partido en vivo, y el domingo de la semana pasada cumplí este objetivo y un sueño, ir al Stadio Olimpico a ver jugar a la Loba.


Un sueño dentro de este sueño que es estar en Roma, y algo que no olvidaré nunca. Acostumbrado a mi soledad romanista en España, donde no conocí nunca a ningún otro tifoso de la Roma, fue algo espectacular el camino al estadio y la previa con miles de tifosi. Tuve hasta la oportunidad de conocer a un grupo de argentinos, a unos suecos, a un gran grupo de americanos y a una rusa que venían a ver al equipo.

Después de tantos partidos desde la distancia, fue increíble poder ver jugar en directo a los jugadores que admiro, a los símbolos de Roma que son Totti, Florenzi y De Rossi, a uno de mis jugadores favoritos como es Radja Nainggolan, un verdadero gladiador, un guerrero, Il Ninja.
Cantar el himno junto a todo el estadio como tantas veces había deseado, ver la fuerza y entrega de la curva Sud, cantar el Grazie Roma al final del partido... de verdad estaba allí junto a mi equipo! Era algo de lo que tenía muchas ganas de disfrutar, fue inolvidable.
Hasta tuve la suerte de ver y celebrar un gol de Totti!!!!! Incluso Nainggolan, que no iba a jugar, salió al poco tiempo sustituyendo a Paredes (por un pequeño problema sin consecuencias) y puede verle jugar. Todo lo que podía hacer del momento algo un poco más especial sucedió, fue una noche mágica.
Además, me sirvió para conocer un poco más la ciudad y visitar el Foro Itálico. Para mí se trata de una fecha inolvidable. Me pareció una buena historia que dejar en el blog.

Envío un especial saludo a mis amigos, que ni estando yo en Roma se libran de mis charlas sobre el equipo, sé que las disfrutáis! ;P

FORZA ROMA!

martes, 26 de mayo de 2015

Grazie, Roma.

Hace ya casi dos meses que llegué a Roma, y la fecha de mi despedida se acerca, sin darme cuenta me quedan tres semanas aquí. Lo que me hace pensar en cuanto me ha servido esta experiencia, cuanto he vivido y crecido en Roma. Y cuanto ha crecido mi amor por esta ciudad.

Y es que aunque se me haya pasado tan rápido el tiempo, me parece que llevo mucho más viviendo aquí, es algo extraño y a la vez especial. Me siento muy unido a Roma. Si ya lo sentía antes de venir, ahora esta sensación se ha multiplicado de una forma increíble. Nunca había sentido algo tan bonito por una ciudad, ni creo que se pueda sentir algo así por otra que no sea Roma. Hay una canción dedicada a la AS Roma, el equipo de la ciudad, que dice:

 ‘’Dimmi cos'è che ci fa sentire amici anche se non ci conosciamo. Dimmi cos'è che ci fa sentire uniti anche se siamo lontani.’’

Palabras que explican bastante bien este sentimiento de unión, de como los romanos estamos ligados a esta ciudad. Roma es un sentimiento.

Que pasear por el centro histórico camino a una cita, pasando por el Coliseo, por el Pantheon, se convierta en algo normal es una cosa de verdad bellísima. A fin de cuentas, viviendo aquí es lo más normal que vayas a algún sitio y pases entre las maravillas de Roma. Pero nunca una rutina, un acostumbrarse a un lugar, fue tan bello.


Y aunque uno se acostumbre a ver Roma y sus lugares día tras día, esta no deja de maravillarte. Sabemos lo afortunados que somos, y lo tantísimo que cada día Roma nos da, ¿cómo no vamos a sentir este amor tan único?

martes, 12 de mayo de 2015

A la segunda va la vencida: Invitado de Honor.

Este sábado tuve el placer de asistir a una visita guiada organizada por la embajada española en Roma. A esta visita acudieron diferentes personas españolas  que residen en Roma, personas que tienen alguna relación profesional con alguna embajada en la ciudad o con el Instituto Cervantes. Acudió una familia leonesa afincada en la Capitale desde hace 10 años, otro español  con nada menos que 16 años en la ciudad, una mujer mexicana que trabaja en la embajada en Roma y su hijo, una mujer de República Dominicana que trabaja en Roma también para su embajada y una chica latina (no recuerdo el país) que trabaja en el Instituto Cervantes. Todas personas que rondan los 10-15 años viviendo en Roma a excepción de los padres de la familia leonesa, que estaban pasando unos días en la ciudad, y yo, un privilegiado con 1 mes de vida en Roma, pero que me siento más romano que ninguno.
Todos nosotros fuimos guiados por el más veterano en cuanto a tiempo en la ciudad, mi queridísimo Alberto Rodríguez, culpable de que yo haya podido disfrutar de la experiencia, y al cual aprovecho para agradecerle de nuevo la invitación. Nos hizo vivir a todos una gran experiencia.
Ya hace unas semanas me había invitado a asistir a una visita de otras características y por diversos motivos no conseguimos reunirnos y me la perdí. Esta vez, todo salió perfecto y pude disfrutar de esta visita tan especial. La sombra del primer intento pesaba sobre esta fecha!
A parte de la visita en sí, fue muy bonito compartir tiempo y vivencias con personas que compartimos el hecho de haber venido desde otros países a vivir en la ciudad eterna. Conocer la visión de Roma que cada uno tiene, la que ha ido creando por sus experiencias en la ciudad, por sus gustos, por su forma de verla. Algo muy especial.
Alberto consiguió revivir a personajes del pasado de Roma, hacernos sentir que de verdad estas calles son las que ellos y ellas recorrían, que estas iglesias son las que ellos y ellas frecuentaban. Y si, claro que es obvio que Roma es la misma ciudad, pero una de las muchas cosas que tiene de especial es que ha sido siempre la misma en todo el sentido de la palabra. Quiero decir que la gran mayoría de zonas, de lugares, siguen siendo igual que siempre. Fue increible escuchar como hablaba de Trasteve y Sant’Agostino y de los movimientos  de las meretrix por estas zonas, tal y como hablamos hoy en Roma de ir Trastevere a dar un paseo. Pasamos al lado de las casas donde vivieron Picasso, Bernini y Velázquez en su momento, por las mismas calles por las que ellos paseaban como nosotros lo hacemos hoy. La palabra ‘’misma’’ en Roma cobra un sentido totalmente pleno.
Esta visita hizo que sintiésemos esto con fuerza, que sintiésemos también lo afortunados que somos por vivir aquí. Además de conocer la historia de personajes españoles, que a lo largo de la historia vivieron también aquí y dejaron su legado, así como la relación de España con esta ciudad, más que interesante y más teniendo en cuenta hacia quien iba dirigida la visita.
Finalizada, por cierto, con un agradabilísimo capuccino cerca de Piazza España de todo el grupo y Alberto (que además invitó), comentando nuestras experiencias en la ciudad, que nos trajo aquí, la forma de vivir en Roma, como nos encontramos en la ciudad, nuestra adaptación... y alguna que otra bromilla con el cambio de significado que tiene alguna palabra de Latinoamérica a España.

En definitiva, una ocasión muy especial y muy enriquecedora que me ha encantado vivir y de la que me llevo una experiencia grandiosa, y un recuerdo precioso.

jueves, 30 de abril de 2015

Piazza Navona: Llegar, ver y disfrutar

Hola de nuevo!
Como os había dicho en la anterior entrada, hace una semana fui a visitar Piazza Navona, y me gustaría hablaros de ella. Os digo sobre esta plaza que debe ser destino obligado en vuestra visita a Roma, un lugar verdaderamente precioso.
Fui con una idea ya bastante clara de este lugar, lo había visto miles de veces en fotos y por televisión, nada que ver.  Aquello que en ocasiones sucede, de que un lugar que has visto mucho en video o imágenes cuando lo ves en primera persona te resulta exactamente igual, te produce las mismas sensaciones,  esto no pasa en Roma. Y esto no pasa en Piazza Navona.




Desde el primer momento desprende grandiosidad, todo resulta enorme. Recuerdo el momento en que entré a la plaza, está aislada del exterior, es decir, no la ves hasta que no estás dentro, hasta que recorras uno de los estrechos pasillos que llevan a ella. Lo que hace que el contrate de este entorno con sus dimensiones y características te provoque un asombro aún mayor.
Es sin duda uno de los sitios más bonitos que he visto, y el espectáculo que resulta ver la Fontana dei Quattro Fiumi es una sensación increíble. Invita a sentarte a observarla quién sabe por cuanto tiempo.
El ambiente de esta plaza es también muy especial, llena de gente, de artistas de todo tipo (bailarines, magos..) en los que destaca la gran cantidad de pintores dedicados a realizar caricaturas y retratos de la gente que se presta. También los hay que venden sus cuadros relacionados con la ciudad. Y todo esto sumado a la belleza del sitio, a la energía positiva que transmite, hace que sentarte en uno de sus bancos o en alguna terraza de uno de sus bares sea una gozada solo el simple hecho de estar allí. Resulta gratificante ver el rostro de las personas totalmente perplejas y fascinadas disfrutando de la belleza y ambiente de Piazza Navona. Es curioso también, observar ondeando la bandera de Brasil (en la plaza se encuentra la embajada brasileira) en una ciudad plagada de banderas italianas.
La ‘’batalla’’ que se produce en la plaza entre Bernini y Borromini es un auténtico espectáculo que ambos artistas han regalado a la humanidad. Aunque, si observamos la cronología de las construcciones, en realidad esta ‘’batalla’’ en Piazza Navona nunca existió. Se trata simplemente de una leyenda más que interesante, y que de no ser porque la cronología lo desmiente, sería totalmente creíble.
Ver como en la Fontana dei Quattro Fiumi de Bernini hay una estatua tapándose el rostro intentando no ver la iglesia de Sant’Agnese in Agone de Borromini, y como otra se protege de una caída de esta iglesia que parece dar por segura, son los rasgos más visibles de esta rivalidad, que si existía, pero
que en este caso es solo una leyenda. Fascinante. Poder disfrutarlo no tiene precio.


Espero que algún día vosotros también podáis disfrutar de esta maravilla, una de tantas, que nos regala Roma.

jueves, 16 de abril de 2015

El llavero con historia

Hola a todos desde Roma. Mi sueño continúa y me gustaría contaros una pequeña anécdota que me ha sucedido este fin de semana.
Este sábado pasado tenía pensado ir al centro y visitar algunos lugares concretos, entre ellos Piazza Navona, de la que os hablaré en una próxima entrada. Pues bien, resulta que una de mis mayores sorpresas fue un simple llavero. Os pongo en situación.
Mi gusto por Italia viene de años atrás. Un muy buen amigo mío utiliza un llavero que es una pequeña vespa azul con la bandera italiana, es un regalo que le había traído una tía suya de un viaje a Italia. La primera vez que lo vi me encantó el llavero y su historia, y él siempre bromeaba con que tenía un pedacito de Italia y yo no. Desde entonces ese llavero se volvió recurrente en nuestras conversaciones hasta convertirse en un clásico y en un objeto muy preciado.
Pues bien, resulta que el sábado de camino a Piazza Navona me encontré en un puesto este llavero, llevándome una sorpresa más que agradable. Además, me hizo valorar lo que estoy vivieno ahora. Cualquier souvenir como este llavero ahora se torna insignificante, ahora no observo ese pedacito de Italia en forma de llavero, sino que vivo y disfruto cada día en Italia, en Roma, mi ciudad favorita desde que recuerdo. Eso es mucho más bonito que todo lo que pensaba observando aquel llavero.

Roma ha hecho de tan pequeño utensilio un atractivo más, cada día me deja sorpresas tan bellas como esta, que me apetecía compartir.

jueves, 9 de abril de 2015

Roma se vive


Mi nombre es Diego, soy un estudiante de turismo que siempre ha tenido una atracción especial por Italia y, especialmente, por la ciudad eterna, Roma. Desde que recuerdo, Roma es mi ciudad favorita, la que siempre he querido visitar. En cuanto supe que tenía la opción de realizar las prácticas de mis estudios en el extranjero, la Capitale se convirtió en mi objetivo, que por fortuna y con la grandísima ayuda de mi paisano gallego Alberto y su empresa EnRoma, he podido cumplirlo.
Después de apenas una semana como romano, estoy ya establecido y con bastante soltura en la ciudad, Roma no me ha defraudado ni mucho menos, y estoy conociendo esta gran ciudad en su día a día. Y puedo decir que Roma es mucho más que sus recursos turísticos.
He pensado que podría daros consejos de gran utilidad a la hora de realizar vuestro viaje y moveros por la ciudad. Roma es una ciudad difícil y que vive a toda prisa todos los días. Pero no nos bastará demasiado para comprenderla y dominarla, con estos consejos espero poder facilitaros las cosas.
En primer lugar, entiendo que la gran mayoría viene a visitar el centro y todo lo que este ofrece: Coliseo, Fontana, Vaticano, etc. Incluso para e esto, se puede necesitar de varios días.
Una técnica que nos puede ahorrar tiempo y ayudarnos a visitar el centro histórico de manera mas eficaz es trazar una especie de diamante imaginario sobre el mapa, de forma que sus puntas sean Termini, Piazza Spagna, Piazza Navona y Coliseo. De esta forma recortaremos Roma, una ciudad enorme, en un área relativamente pequeña y muy cómoda de recorrer. Dentro de este diamante tendremos el Colosseo, la propia Piazza Spagna, el Foro, La Fontana di Trevi, el Palazzo Vittoriano, Santa María Maggiore, el Panheon…

Fuera nos dejamos recursos muy importantes como Piazza del Popolo, Trastevere o el Vaticano. De tener más tiempo en nuestro viaje no tendremos problema de visitarlas. Además una vez visto el ‘’diamante’’ del que os he hablado no será para nada un problema manejaros por el centro de la ciudad y llegar hasta los recursos que os queden por ver.
De seguro, no todos os alojaréis en el centro de la ciudad. Y obviamente querréis llegar hasta el, lo que se os puede aventurar en tarea difícil, de aquí desemboca el cómo moverse por Roma.
Yo os recomendaría utilizar solamente el metro, es rápido, puntual y conecta con puntos de la ciudad que hace que sea nuestro transporte ideal a en Roma. Este metro tiene la fama de ser muy pequeño y no de muy bueno, es cierto que es una red pequeña pero también muy útil.
Yo nunca había viajado en metro y esto me hacía pensar que igual me costaría lo suyo manejarme en él. Pues bien, bastó un día para dominarlo. Existe un billete de 1,5€ que sirve para un viaje, creo que es el mejor. Debes comprar uno de estos para cada vez que realices un trayecto. El metro tiene dos líneas, A y B, cuyo punto de conexión es Termini. Os recomiendo si podéis evitar esta parada, así como la de Tiburtina, ya que por lo que he visto son de las más recurridas y en las que hay mayores aglomeraciones de gente. La parada del Colosseo por supuesto también lo es pero esta debemos utilizarla.
La zona en la que yo estoy alojado es Tiburtina, por lo tanto me corresponde la línea B, para llegar al centro, cojo el metro en Piazza Bologna (la siguiente a Stazione Tiburtina dirección centro) adelantándome una parada y ahorrandome las aglomeraciones de Tiburtina (ya que no solo tiene parada de metro, sino que también es estación de tren, parada de taxis y tiene próxima una estación de autobús).
Una vez en Piazza Bologna debemos comprar el billete, coger el metro dirección Laurentina y bajarnos en la parada Colosseo, que nos deja justo en el símbolo de la ciudad en cuestión de pocos minutos. Una vez allí, movernos por el centro es muy fácil, ya que llegar hasta el Foro y Piazza Venezia ir todo recto cogiendo a la derecha cuando salimos de la parada de metro. Para volver, simplemente nos dirigimos a la dirección opuesta a Laurentina, y escogemos nuestra parada.
Si vuestra zona se corresponde con la línea A, basta con que vayas a Piazza Spagna, desde ahí podréis visitar el centro en dirección opuesta hacia el Coliseo. Si necesitáis conectar con alguna parada de la otra línea, recordad que el punto de conexión es Termini.
Dirigiéndome hacia otros asuntos, me gustaría deciros que para comprender lo que es Roma, no basta con ver el legado de Imperio, Roma es una gran ciudad con sus millones de habitantes, sus costumbres, su gastronomía, su humor, su forma de vivir, y sobre todo su cercanía. A veces, se nos olvida esto y reducimos una ciudad a lo que queremos ver en ella, esto no nos puede pasar al ir a la ciudad eterna, Roma hay que vivirla, por suerte, ella misma nos lo recordará si nos olvidamos. Roma es mágica.
Por cierto, debo decir que siendo un amante de la ciudad como ya he dicho, y del Coliseo. De momento la cosa que mas me ha impresionnado en la basílica Santa María Maggiore de noche, la vi el primer día que llegué a la ciudad de camino a donde me alojaría. Y verdaderamente me dejó boquiabierto. Es una imagen que difícilmente olvidaré.
Santa Maria Mayor al atardecer

Una cosa que nos ayudará a relacionarnos con la ciudad y su gente, es disfrutar de una de sus costumbres, el aperitivo. Se trata de un buffet que organizan muchos bares entre la comida y la cena, en el cual tomas un refresco o un cóctel por un precio de entre 5-7 euros aproximadamente y puedes comer todo lo que quieras de una gran variedad de platos de la gastronomía italiana.
Otro dato que a muchos os puede ser de gran utilidad es que, si queréis entrenar en el gimnasio durante vuestra estancia, y en un gym que no sea el del hotel sino en uno de la ciudad, debes saber que en la mayoría es necesario presentar un certificado médico que afirme que podéis realizar ejercicio físico. Recordad traerlo!! En caso contrario deberéis ir a un hospital de aquí y pagar para que te den uno, lo que te quitará bastante de tu preciadísimo tiempo.
Os recomiendo además que no solo os centréis en visitar el casco histórico, Roma es mucho más que eso. Existen zonas como San Lorenzo con gran encanto, donde el ambiente se convierte en el mejor recurso. Por eso digo que Roma se vive, yo estoy teniendo la oportunidad de hacerlo y no despreciaré un segundo, también por que aquí el tiempo es muy preciado, ojalá podráis venir y descubrirlo por vosotros mismos.


Os animo.